El deporte español homenajeó este jueves, entre otras muchas figuras, a un hombre que marcó a varias generaciones de españoles por sus frases, estilo y tono desenfadado: Andrés Montes.
El legendario narrador, voz de las madrugadas durante años, ha sido incluido en la primera generación de miembros del Salón de la Fama de la FEB en un acto que ha tenido lugar en el estadio de La Cartuja de Sevilla.
Fallecido el 16 de octubre de 2009 a los 53 años de edad, la figura de Andrés continúa siendo imperecedera, y sus hijos Orson y Nelson quisieron dedicar un emotivo y reivindicativo discurso al recoger el balón dorado conmemorativo.
"Mi padre solía decir que la fama es efímera y que cuando muriera la gente dejara de recordarte. Este es el ejemplo de que no: han pasado doce años y aquí estamos. Si estuviera vivo, no entendería nada", señaló Orson, el menor, que guarda mayor parecido con su padre.
Nelson, médico muy concienciado con la defensa de los derechos, recordó la figura de Andrés Montes relatando las dificultades con las que se encontró en su época.
"Mi padre nació en el año 55, en Madrid, en una época en la que Franco todavía gobernaba este país. Él solía decir que era el único negro que se veía por la calle. Él creció acogido por una señora española porque era hijo de inmigrante y pasó muchas dificultades. Vamos, que se puede decir que mi padre fue uno de los primeros menas que se pueden recordar en este país", señaló en un primer momento.
"Poco a poco fue a entrando en el baloncesto, en el periodismo en realidad y la vida le llevó al baloncesto. Poco a poco se fue haciendo su hueco y llegó a donde llegó. Y por eso hoy le recordamos y conmemoramos", prosiguió el Doctor Montes.
Por último, Nelson quiso zanjar de manera demoledora apuntando a la exclusión social existente hoy día en nuestro país: "Estamos muy agradecidos de que se le conceda este honor, porque de manera tácita estamos reconociendo que, en un momento en el que una minoría de este país quiere apartar a personas muy diversas y en riesgo de exclusión y muy vulnerables, esta diversidad no sólo forma parte de la historia del periodismo, de la historia de nuestro periodismo, de nuestro baloncesto y de nuestro deporte, sino que también forma parte de nuestra historia. Si todos recordamos eso, quizá podamos seguir diciendo que la vida puede ser maravillosa".