Del cielo al infierno. Algo tan rápido y sencillo como pasar del amor al odio. Eso es lo que le ha ocurrido a Delonte West. Tras compartir vestuario con LeBron James en los Cleveland Cavaliers o se parte de una franquicia histórica como Boston Celtics, el exjugador de la NBA se encuentra en una situación muy precaria.

Con 36 años, West sufre trastorno bipolar, enfermedad que le ha llevado a vivir como un sin techo y a protagonizar polémicas actuaciones como una pelea en plena carretera hace unos meses.

Ahora, el jugador que llegó a ganar 16,2 millones de dólares en las nueve temporadas que jugó en la NBA ha sido fotografiado en un semáforo de Texas pidiendo dinero.

Durante su periplo en la mejor liga del mundo, West jugó un total de 432 partidos, en los que promedió 9,7 puntos; 3,6 asistencias y 2,9 rebotes. En 2012, siendo una estrella a nivel global, decidió poner punto y final a su carrera y comenzó su declive.