Kobe Bryant perdió la vida en un accidente de helicóptero en el que viajaba junto a su hija Gianna Maria y otras siete personas. Ocurrió el pasado domingo a las 10 de la mañana (hora de California). Apenas dos horas antes, el exjugador de Los Angeles Lakers acudió a misa, a la Parroquia Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, junto a su pequeña.

"Kobe vino aquí antes de las siete de la mañana, al primer oficio del día. Vi que se había santiguado porque tenía agua bendita en la frente", ha contado Steve Sallot, párroco de la iglesia.

Bryant era un feligrés habitual, y aquel día, como cada domingo, acudió al primer oficio del día para comulgar. Minutos después de abandonar la iglesia, tomó el helicóptero que acabaría con su vida.

Además de acudir asiduamente a misa, el que fuera cinco veces campeón de la NBA donó dinero para la construcción de aquella parroquia a la que cada fin de semana se dirigía con su familia.