Stephen Curry tiene ganas de revencha. Tras caer en la final de la NBA ante los campeones Raptors, el de Golden State Warriors quiere catar un nuevo anillo esta temporada. En un amistoso ante los Timberwolves, el base dejó claro que las bajas no son motivo alguno para que la franquicia dominadora se baje del carro de los favoritos.
Porque han perdido a jugadores como Durant e Iguodala, pero Curry se basta por sí solo. Stephen destrozó a los Timberwolves en apenas 25 minutos con un total de 40 puntos, divididos en 14 tiros de campo y seis tripes. Además, se mostró infalible en la línea de personal con un 6 de 6.
El marcador final se fue a los 143-123 a favor de lo Warriors, que se desquitan así de la derrota sufrida en su debut en pretemporada ante Los Angeles Lakers.
Tienen bajas, pero Curry sigue y eso siempre es garantía de espectáculo uando Golden State esté en cancha.
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