Los Cleveland Cavaliers y los Memphis Grizzlies se enfrentaban en el que se suponía que era un partido más de la NBA, pero la situación se complicó en un momento del partido en el que se formó una enorme tangana tras un puñetazo en la zona noble.
Con el partido mediado en el tercer cuarto, Dillon Brooks (Grizzlies) penetró y anotó una bandeja con la que acabó en el suelo sin aparente conflicto. Donovan Mitchell (Cavs) recogió el balón justo encima de él para sacar, pero recibió un puñetazo en los testículos.
La reacción del escolta, además de caerse al suelo, fue propinarle un balonazo a Brooks, que se levantó a encararle.
De ahí tuvieron que aparecer compañeros y árbitros a evitar que el asunto fuera a mayores, pero con las acciones que ambos ya habían realizado, los colegiados expulsaron a ambos jugadores del encuentro.
"Francamente, le he estado pateando el culo durante años. En temporada regular, playoffs... En el único partido en el que lo hace bien conmigo, decide hacer eso. La NBA tiene que hacer algo al respecto", declaró Mitchell tras el partido.
Los Cavaliers acabaron ganando el encuentro sin más incidentes por 123-118 a los Grizzlies y la liga todavía no ha notificado ninguna sanción para ninguno, la cual probablemente sea varios partidos sin jugar.