El Barcelona firmó una victoria necesaria contra el Manresa en el Palau, último clasificado, gracias al gran acierto en triples, especialmente de Eriksson, que abrió una brecha tras el descanso (69-52) inasumible para el rival, cuya reacción siempre se quedó a mitad de camino. El anfitrión llegaba al partido después de cuatro derrotas consecutivas, que han acentuado el mal momento de la sección.

El Palau dio tregua al equipo de Bartzokas, que piensa ahora en la Copa del Rey como un bálsamo a la crisis. Los de Ibon Navarro, por su parte, deberán seguir trabajando para salir de la zona baja. Los azulgrana buscaban un arranque autoritario, pero no pasaron del 6-0. Dos triples de Suggs y Tomàs, 18 puntos entre los dos en el primer cuarto, empataron el partido y no dejaron que el Barcelona dominara. El Manresa hasta se puso por delante a los seis minutos (14-15), aunque se estrelló contra el recital exterior local. Rice y Vezenkov mandaban.

Un parcial de 12-4 (26-19,) ponía la máxima en el marcador, diferencia que se amplió al término del primer cuarto (33-23). En el segundo, el acierto del anfitrión creció. Ahora era Eriksson el que se sumaba al festival desde los 6,75 metros (43-28). El Manresa intentaba volver al encuentro con la inspiración de Aranitovic, con diez puntos en cinco minutos. El trabajo coral del Barcelona dejó en nada el gran momento del escolta serbio. Y un triple, otro más, de Eriksson dibujó un colchón claramente favorable a los locales al descanso (55-41).

En la reanudación, los de Bartzokas empezaron con menos revoluciones que el Manresa. El cuadro visitante firmó un parcial de 2-7 que estrechó el pulso (57-48), pero de nuevo empezó el bombardeo culé. Triples de Vezenkov y Rice apoyados por Tomic y Faverani en la pintura para situarse 17 arriba (69-52). Cuando mejor estaba el Barcelona, más se acercó el colista. Lo hizo con un 0-9 (69-61) con puntos de Suggs y Trapani e imprecisiones locales.

El 73-61 con que se llegó al último cuarto disipaba las dudas sobre el dominio azulgrana, que no perdería el tiempo en firmar la sentencia en este tramo decisivo. El Barça lo hizo por la vía rápida, con la anotación de Navarro, Rice y Eriksson. Y, en cuatro minutos, ya estaba de nuevo 17 arriba (80-63). Auda y Trapani, bazas de Ibon Navarro, fueron totalmente insuficientes para desmontar la hegemonía del rival.