Los Angeles Lakers han entrado en la historia de la NBA. Todo gracias no a LeBron James en este caso, sino a Anthony Davis, que ha firmado o que firmará cuando toque la renovación más alta jamás vista en el baloncesto norteamericano.

Porque la competición va bien. Crece. Crece mucho. Y se nota. Se nota bastante. Se notó con Jaylen Brown, de Boston Celtics, y ahora con el pívot de 30 años de la franquicia angelina.

Los Lakers, con quienes tenía contrato hasta 2025, han prolongado su contrato durante tres temporadas, hasta 2028. Por cada una de ellas percibirá un total de 62 millones de dólares.

En total, hasta 2028, Davis ganará un total de 270 millones con una franquicia con la que conquistó el anillo en 2020, en la burbuja de Orlando.

El pasado año, a pesar de las lesiones, fue de los más destacados de los Lakers. Promedió 26 puntos y 12,5 rebotes, y fue esencial para el equipo de Los Ángeles.

Sin embargo, solo pudo disputar 56 encuentros, y eso es algo que está lastrando bastante tanto su juego como a su franquicia. Porque hace dos cursos se quedó en 40, y hace tres, en 36.

A pesar de su historial, los Lakers no lo han dudado y han puesto en su mesa, según su agente Rich Paul, la mayor extensión jamás vista en la NBA.