Lo que ocurrió en el partido de playoffs entre Washington Wizards y Phipadelphia 76ers fue una absoluta locura. Un aficionado saltó a la pista y fue placado al momento por el personal de seguridad.
El joven trató de correr por la cancha cuando rápidamente un miembro de seguridad le lanzó al suelo, inmovilizándole ante la sorprendida mirada de Dwight Howard, jugador de los Sixers.
"La NBA tiene fans muy buenos. Yo he jugado en Philadelphia y tienen buenos fans, pero tienen un cabeza hueca que decidió lanzar palomitas. Boston tiene buenos fans, pero tienen un cabeza hueca que decidió lanzar una botella de agua. New York tiene buenos fans, pero tiene un cabeza hueca que decidió escupir. Ahora, nosotros tenemos buenos fans, pero tenemos un cabeza hueca que decidió volver al mundo. Es inaceptable", declaró Scott Brooks, entrenador de los Wizards.
Porque este incidente llega días después de otros ocurridos en otras pistas, en las que algunos jugadores recibieron el impacto de comida, botellas de agua o incluso escupitajos. Russell Westbrook, Kyrie Irving y Trae Young fueron víctimas de estas tres lamentables acciones. Unas acciones que la NBA ya investiga para que no vuelvan a ocurrir nunca más.