Día triste para el rugby. Federico Martín Aramburu, exjugador de la selección argentina de rugby, fue asesinado a tiros en la madrugada del 19 de marzo. Protagonizaron un incidente en un bar parisino, ubicado en el bulevar Saint-Germain.

Aramburu se encontraba con el francés Shaun Hegarty, socio y excompañero, en el local 'Le Mabillon', cuando mantuvieron una discusión con otros dos varones. El incidente terminó cuando uno de ellos mostró una pistola. Hegarty y el argentino se montaron en un coche y regresaron al hotel en el que se hospedaban. El exjugador fue abatido por dos o tres disparos, según ‘Le Parisien’.

“Fue una disputa, cosas que pueden ocurrir de madrugada. Se solucionó, pero esos hombres regresaron y le dispararon”, afirmó Hegarty. Aramburu, debido al impacto de los proyectiles, falleció en el acto y no pudo ser reanimado por un equipo de emergencias.

El exjugador de los Pumas, la selección argentina de rugby con la que disputó 22 partidos, tenía 42 años y tres hijos. No se ha confirmado la identidad de su asesino, pero hay dos sospechosos, y uno de ellos, de nacionalidad albanesa, ha sido detenido, según informa la agencia DPA. El otro, según el diario francés ‘Rugby Rama’, se trata de Loïk Le Priol, un “exsoldado y comando de la marina, también conocido por ser un miembro activo del sindicato de estudiantes de extrema derecha”.

Federico Martín Aramburu, que en la actualidad residía en España, vistió las elásticas del Club Atlético San Isidro, en Argentina, y Biarritz Olympique, Perpiñán y Dax, ya en Francia. Después de retirarse del deporte profesional fundó la agencia de viajes Espirit Basque, junto a Hegarty.

“Hemos conocido el fallecimiento de Federico Martín Aramburu en circunstancias trágicas. El conjunto del club envía sus más sinceras condolencias a su familia, sus allegados y les muestra su total apoyo”, mencionaba el breve comunicado del Biarritz Olympique, publicado en Twitter.

"Un abrazo a toda la familia de Fede y sus amigos en este momento tan triste. Te vamos a extrañar mucho", sentenció Agustín Pichot, excapitán de los Pumas, la selección argentina de rugby, que en 2007 logró la medalla de bronce en el Mundial de 2007.