El dueño de la finca La Torre-La Janera no se imaginaba que su terreno iba a pasar de productor de aguacates a recinto prehistórico. Se ha descubierto que la finca de 600 hectáreas, ubicada en la provincia de Huelva, alberga tres recintos megalíticos con dos crómlech (círculos de piedra), 526 menhires (monumento megalítico) y varios agrupamientos de dólmenes. Se calcula que este conjunto arqueológico data de finales del sexto milenio antes de nuestros tiempos y que se mantuvo en pie por 3.000 años. Además, es la concentración más grande de Europa.

El artículo ‘El sitio megalítico de La Torre-La Janera (Huelva): monumentalidades prehistóricas del Bajo Guadiana’ publicado en la revista ‘Trabajos de Prehistoria’ y escrito por José Antonio Linares-Catela, Coronada Mora Molina, Adara López López, Teodosio Donaire Romero, Juan Carlos Vera-Rodríguez y Primitiva Bueno-Ramírez reveló los descubrimientos arqueológicos encontrados.

La finca La Torre-La Janera se encuentra en el margen izquierdo del río Guadiana. Ya se conocían diversos megalíticos tallados en grauvaca, dos menhires, cinco dólmenes tres áreas de enterramiento circular (conocidos también como ‘tholoi’), una cantera y cuatro necrópolis. Sin embargo, los descubrimientos de la finca superaron cualquier expectativa que se hubieran hecho.

Menhir API-2 de La Torre - La Janera

Lo que más se encontró en la zona son los menhires. De los 512 el más emblemático es ‘API-2’ de 3,5 metros de longitud y uno de ancho, ubicado al margen izquierdo del rio Rocín. Los expertos afirmaron que “su monumentalidad constructiva y los grabados incisos en su cara occidental remarcan su valor simbólico”. Los otros menhires, en su mayoría (260) se encuentran en 26 alineamientos y dos crómlech. Según el estudio, los dos crómlech se construyeron “en los altos de cerros con horizonte despejado hacia naciente, desde donde pueden observarse los ortos solares equinocciales y solsticiales”. Los crómlech lucen como círculos de piedra, similares a los que se pueden encontrar en Stonehenge.

Pero no solo se han encontrado estas estructuras, sino que también se han detectado numerosos dólmenes, túmulos y cistas. Estos “deben ser contenedores funerarios, aunque tampoco es descartable que algunos hayan estado asociados a prácticas evocativas y rituales de conmemoración”, por lo que seguramente funcionaron como “casas de los muertos y lugares rituales” como se hizo en otros lugares de la península.

Primitiva Bueno-Ramírez, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares y coautora del artículo, le contó a ‘El País’ que “hasta el momento no se conoce una concentración de sitios megalíticos tan compacta y con tantas expectativas de obtener datos arqueológicos en ningún lugar de Europa”.

“Su descubrimiento aporta nuevos argumentos que refuerzan las interpretaciones del megalitismo atlántico como uno de los más antiguos fenómenos (…). Consecuentemente, el sitio amplía el horizonte de conocimiento de los megalitismos de Europa occidental y las potencialidades de investigación del suroeste peninsular” concluyeron los expertos.

Sin embargo, el trabajo de investigación está muy lejos de terminar ya que este estudio se ha hecho como parte de la iniciativa ‘Menhigua. Menhires y megalitos en el Bajo Guadiana’. Este proyecto comenzó a finales de 2021 y se prolongará hasta 2027 para poder analizar a fondo las estructuras y lograr descubrir el uso que se le daba a cada una con certeza.