El 'Burning Man' es un festival inclasificable que se celebra desde 1986 y cuyo fundador, Larry Harvey, ha fallecido este año. Harvey, junto con una docena de personas, impulsó el primer encuentro durante un solsticio de verano en Baker Beach, donde quemaron una escultura de madera con forma de hombre, de ahí su nombre 'Burning Man' (hombre quemado). Desde entonces, la tradición se repite cada año.

En 2017 sumaron un total de 70.000 participantes que se convirtieron en los protagonistas de este festival, donde se une la música, la moda y la arquitectura. Decenas de arquitectos y diseñadores españoles presentarán este año sus obras en una edición basada en la inteligencia artificial, llamada 'I, Robot'.

Ritual del festival 'Burning Man'

Durante los ochos días que dura el encuentro, el desierto de Nevada se convierte en una ciudad donde se comparte todo: comida, actividades, ropa u objetos con edificaciones de madera y cartón que permiten que al finalizar el festival, el desierto quede tal cual estaba.

El 'Burning Man' mezcla la nostalgia por lo 'hippie', la ecología, el arte y el voluntariado, como una manera de hacer que los asistentes se sientan parte de algo. "La única gente que no queremos aquí son los intolerables", aseguraba su fundador.

Escultura del festival 'Burning Man'

A pesar de las altas temperaturas, las tormentas de arena y el hecho de no tener cobertura ni electricidad, la entrada del festival, que es uno de los más visitados, cuesta alrededor de 425 dólares.

El 'Burning Man' ha aglutinado a personas de toda índole, como Elon Musk o Mark Zuckerberg, que al igual que todos los participantes, deberán cumplir con los mandamientos del festival.