El cine español ha celebrado su gran fiesta, la edición 34 de los premios Goya, sin la presencia de Vox después de que la formación rechazara la invitación.
Desde el partido liderado por Santiago Abascal aseguraron que los Goya "se han convertido en mítines políticos que otorgan subvenciones a la izquierda".
En esta línea, Iván Espinosa de los Monteros ha atacado duramente la celebración. Después de que el director Eduardo Casanova haya afirmado que es necesario hacer "cultura antifascista en este momento en el que parece que volvemos hacia atrás", el portavoz de Vox en el Congreso ha respondido.
Vía Twitter, Espinosa de los Monteros ha cargado contra Casanova. "Si es que son un meme andante...", ha dicho.
Sin embargo, las críticas no se han quedado ahí y Carla Toscano, diputada de Vox en el Congreso, ha subido más el tono mostrado su claro desprecio a los Goya. "Necesitan vivir del dinero público y dar mensajes políticos serviles a quien se lo da porque si no estarían todos ellos fregando escaleras o de cajeros en Mercadona", ha criticado.
Horas después, tras la polémica generada por su afirmación, la propia Toscano ha borrado el tuit de la red social.
'Dolor y gloria', de Pedro Almodóvar, ha sido la gran ganadora de unos Goya en los que no han faltado referencias, más o menos veladas, a Vox. Silvia Abril y Andreu Buenafuente han resumido la situación política del país con menciones de todo tipo que han ido desde el gobierno de coalición a la extrema derecha.
"La izquierda se enredó en un laberinto de pasiones por culpa de los amantes pasajeros hasta que quedaron los abrazos rotos en los Presupuestos. Mientras tanto, los otros querían volver a una España entre tinieblas. Porque, para ellos, su país es la piel que habito usando la mala educación y a lo mejor sin ninguna tesis. Poniendo a las mujeres al borde de un ataque de nervios y a los derechos sociales mar adentro", ha afirmado.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.