El tradicional chupinazo ha dado inicio este jueves a las 12 del mediodía a los Sanfermines de 2017, que sumergirán a Pamplona, con sus miles de vecinos y visitantes, en 204 horas de fiesta ininterrumpida con un programa de más de 400 actos hasta el 14 de julio.

La vicepresidenta de la DYA, María Calado, y la voluntaria Paula Ramírez han prendido la mecha del cohete anunciador de las fiestas. En un ambiente de enorme emoción, ambas han salido al balcón de la Casa Consistorial, acompañadas por el alcalde Joseba Asiron, segundos antes de las doce.

Ante una plaza del Ayuntamiento a rebosar, Calado y Ramírez han pronunciado las palabras: 'Pamplonesas, pamploneses, iruindarrak ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!'.

Las miles de personas que se encontraban en la plaza Consistorial y aledaños han respondido con 'vivas' y 'goras', pañuelo rojo en alto, y a continuación han prendido la mecha del chupinazo. Tras su estallido en el cielo, se ha desbordado de alegría el centro de Pamplona, en una jornada calurosa, que ha sacado a las calles a miles de ciudadanos.

En el interior de la Casa Consistorial se han dado cita una vez más decenas de invitados, con la corporación municipal encabezada por el alcalde de la ciudad para seguir en directo la celebración.

En los mástiles de la Casa Consistorial sí ha ondeado este año la ikurriña, que se ha colocado junto a las banderas oficiales minutos antes del chupinazo. Según ha informado el Ayuntamiento, un informe de los servicios jurídicos municipales respalda que la ikurriña ondeara en el balcón en el momento del cohete.

Según ha indicado el Ayuntamiento, el informe concluye que "interpretando en conjunto la normativa estatal y foral, estas normas no obligan ni impiden al Consistorio colocar la europea o la ikurriña".

La DYA había sido elegida por los ciudadanos para lanzar el cohete anunciador de las fiestas, tras conseguir el 74,2% de los votos en el proceso participativo organizado por el Ayuntamiento de Pamplona.