Este musical ha sido financiado a través de donaciones y micromecenazgo. Su intérprete sobre el escenario, Jordi Casanova, comenta orgulloso como Vicente ''entregó su vida por ayudar a los más desfavorecidos''.

Cerca de 2.000 artistas bailan, cantan e interpretan sobre el escenario la vida de Ferrer, que aseguraba que aquel que ''cree en uno mismo puede cambiar el destino'' y eso es lo que le ocurrió a Joán Martínez Colás, director y compositor de la ópera, tras su viaje a la India.

Con el lenguaje universal de la música, queda claro que la pobreza no hay que entenderla, sino solucionarla. Hoy, la Fundación Vicente Ferrer, continúa luchando para seguir sumando logros a los ya conseguidos por el jesuíta.