Lijan ninots atentos a las noticias: "Por si hay que cambiar alguna cosa de la trama de la actualidad o de los políticos. La información está que arde", comenta un fallero. Y arder, arderán, pero aún no saben cómo cerrar la escena porque el procés, aquí también es una incógnita:"Estoy haciendo a Jordi Sánchez. No sabemos lo que puede pasar, igual hacemos alguna escena que luego la tenemos que quitar", comenta el escultor Luis Pascual.
"Descartamos el 155 pero creo que ahora vuelve otra vez el 155. Nosotros lo tenemos preparado por si acaso, si sigue el 155, 155 que tendremos en la falla", explica Manuel Algarra, artista fallero.
Con el conflicto catalán tan enrocado, los artistas falleros aguantan por si hay alguna sorpresa: "Espero que no cambien demasiado. Siempre se le puede poner un bocadillo, siempre hay un elemento que se puede cambiar y eso hasta último día estamos pendientes", cuenta Manuel. "Yo creo que Junqueras de fraile le queda que ni pintado", bromea Manuel.
Está Junqueras, pero la sátira y crítica fallera de este año tiene un nombre: Puigdemont. Versión Yoda, a lo Juego de Tronos o en plan buda: "El personaje que más se habla en televisión es el que le toca. Aquí no dejan títere con cabeza y con todo el boom que se le está dando". Presente o no en Bruselas o Barcelona, de lo que no se librará su caricatura es de las llamas.
Se abre con algunos cambios
Notre Dame, la catedral renacida: los colores que los siglos habían borrado vuelven tras su reconstrucción
Lo más llamativo de esta nueva Notre Dame es su luminosidad y el regreso de un color que los siglos habían borrado. En el exterior, las gárgolas dañadas por las mangueras que querían detener las llamas ya han sido reparadas.