Hace 40 años, antes de que existiesen los móviles, recorrió en su Mercedes a 200 km/h las callejuelas del centro de París, en ocho minutos para llegar a una cita. Claude Leluoch grabó, para muchos, el mejor corto de coches de la historia.

Claude Leluoch grabó hace 40 años su corto 'C'était un rendez-vous'. Lo hizo en una sola toma y saltándose hasta 16 semáforos en rojo. No se libró de la multa, pero llegó a tiempo a su encuentro con la historia del cine.

Se rodó a las cinco y media de la mañana para evitar el tráfico de París. Sólo tenía una oportunidad porque, por supuesto, no les dieron permiso.

Lelouch fue el director del corto y el conductor del automóvil. Recorrió los once kilómetros y medio desde la Avenida Foch hasta la basílica del Sacre Coeur en ocho minutos. Un trayecto en el que normalmente se emplean 25 si hay poco tráfico.

Este cineasta quebrantó todas las normas de circulación. Se saltó 16 semáforos en rojo y hubo tramos en los que superó los 250 kilómetros por hora.

Su único rollo de diez minutos de película le impidieron detenerse, y aún le sobraron dos. Conducía un Mercedes de gran potencia, pero con truco, porque grabaron el mismo recorrido en un Ferrari, y se quedaron con el rugido del coche italiano.

Esta no fue la única trampa, un cómplice les avisaba por radio si tenían el camino despejado en los arcos del Louvre, el único punto ciego de todo el recorrido. Sin embargo, la radio se estropeó.

Hubo otro instante en el que todo pudo irse al traste, pues Lelouch tuvo que dar un rodeo. Un camión de la basura le cortaba el paso por la ruta original pero consiguió llegar a su destino.

Nada más estrenar el corto, la Policía lo prohibió y detuvieron al director por conducción temeraria. Sin embargo, a bordo de su Mercedes, consiguió lo que buscaba: no llegar tarde a su cita, y que el plano de la misma diese sentido a una carrera suicida por el centro de París.