La historia de Miguel Ángel Pérez, propietario y fundador de los Cines Embajadores, es la de un soñador que desde pequeño siempre quiso abrir un cine. "Vivía en Carabanchel e iba al cine del barrio, a la doble sesión, y es ahí donde nació mi amor por el cine", cuenta.

Y así, Pérez fue tirando de celuloide, cortando e hilvanando su sueño hasta que por fin se ha hecho realidad. Como en una película de Billy Wilder, este guión tira también de ironía: "Desaparecieron muchos cines para abrir sucursales de bancos y ahora nosotros hemos abierto un cine en una antigua sucursal; es una pequeña venganza", bromea Miguel Ángel

Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿dónde está el giro de guion? Aquí viene: estalla una pandemia mundial y el sueño del cine parece quedarse en el aire. "Pasó por encima como una apisonadora; estábamos a 14 días de abrir", relata el hombre.

En la vieja normalidad, la noticia era que cerraran cines hasta incluso los cierres dejaron de ser noticia. Solo en los últimos diez años, 600 cines han cerrado en nuestro país. Pero ahora, en la nueva normalidad, segundo punto de giro: vuelven a abrir.

No somos nada originales si recordamos a Salvatore en ese 'Cinema Paradiso' hoy encarnado en este cine de Madrid del año 2020, pero es que la película de Tornatore es prácticamente calcada a este guión.

El clímax llegará el próximo viernes, cuando tras un estado de alarma, seis prórrogas y tres meses de confinamiento, los Cines Embajadores levanten por fin la persiana y se podrá volver a esas salas para disfrutar de las películas.