Recorren los pasillos del Museo del Prado releyendo el arte con una perspectiva inclusiva, crítica y feminista: "En este Museo hay alrededor de unas 1.305 pinturas colgadas, de esas sólo siete son de mujeres artistas" explica Silvia López Jiménez, historiadora y cofundadora de 'Herstóricas'.

Una proporción que defienden desde el museo: "Podemos reivindicar el escaso papel que han tenido las artistas en la historia del arte pero en el Prado tienen una representación bastante justa para el número de obras con el que contamos y el espacio" defiende Leticia Ruiz Ortiz, conservadora.

Detrás de cada obra, historias con múltiples interpretaciones, pero llenas de matices, donde 'Herstóricas' pone el foco. "El cuerpo de Dios está más formado, curtido. Ellas parecen lánguidas y cómo que no ponen resistencia a la fuerza masculina".

En otro cuadro, Veronés representa la escena de 'Susana y los viejos'. Un pasaje de la biblia que encierra una historia de acoso y mentira: "Plasma a Susana seduciendo a esos hombres. Se aproxima hacia los viejos. Se puede ver insinuación por parte de la víctima".

Ahora, la misma historia de acoso, dibujada por una mujer; la pintora Artemisia Gentileschi. Esta pintura no está en Prado: "El rostro y la actitud de Susana cambia totalmente. Su mano rechazando totalmente, no tiene contacto visual con estos dos acosadores".

Terminamos nuestro paseo ante las hijas del Cid, maniatadas a un árbol después de ser maltratadas y abandonadas por sus maridos: "No se las muestran con un moratón, ni una gota de sangre". Hay muchas maneras de mirar un cuadro, lo difícil es aprender a ver.