El sarcófago de Tutankamon, el más famoso del mundo, se somete a la primera restauración desde que en 1922 Howard Carter descubriese la tumba del faraón niño. "El cofre es muy delicado. Por eso hicimos una primera intervención dentro de la tumba", ha explicado Mostafa Waziry, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
Este proceso durará nueve meses en total, de modo que estará terminado cuando abra sus puertas el Gran Museo de Egipto, donde se está realizando la restauración. "Estamos haciendo un proceso de fumigación que durará tres semanas", ha matizado Waziry.
El sarcófago contenía en su interior otros tres ataúdes: todos ellos pasarán por las manos de los conservadores, y podrán ser vistos juntos por primera vez en 2020. Gracias a que, a diferencia del resto de tumbas del Valle de los Reyes, esta no había sido saqueada, encontraron los más de 5.000 objetos que conformaban el ajuar funerario de Tutankamón.
Una ventaja que acabó jugando en su contra, convertida en maldición. Después de 3.000 años sin abrirse, las bacterias y microorganismos que albergaba la tumba se liberaron, produciendo una serie de muertes entre los miembros del equipo.
La prensa inglesa llegó a atribuir hasta 30 muertes a lo que denominaron 'La maldición del faraón'. Ahora, a casi un siglo de su descubrimiento y lejos de supersticiones, podremos ver el conjunto mortuorio armado tal y como Carter y su equipo lo descubrieron.
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Las causas Bien por alguna tragedia o por elementos naturales, e incluso por la contaminación, muchos monumentos necesitan pasar por restauración para recuperar el brillo perdido.