La momia de Lyneferti y la de su esposo Sennedjem, descubiertas en 1886 por el arqueólogo español Eduardo Toda, se han convertido en las primeras en llegar al Museo de la Civilización Egipcia, donde ya han sido extraídas de sus sarcófagos para ser sometidas a un estudio en profundidad.

Con sumo cuidado y comenzando de inmediato el proceso de restauración de las momias, los técnicos del Museo de la Civilización Egipcia recibieron, mostraron y sometieron a la momia de Lyneferti a un proceso de fumigación.

Las momias se encontraban en un sepulcro familiar que contaba con más de 20 miembros de la familia de Sennedjem (alrededor de 1.279 a.C.), que fue uno de los más prestigiosos artesanos en el fin del reinado del faraón Sethi I y en los comienzos del de Ramsés II.

"Vamos a trasladar las momias del museo egipcio de Tahrir, 22 momias, 17 de ellas momias reales", ha indicado a los periodistas el ministro de Antigüedades de Egipto, Khaled El-Enany, en el Museo de la Civilización Egipcia.

Las autoridades egipcias también han informado de que en el Gran Museo Egipcio (GEM) ha finalizado la primera etapa de restauración del sarcófago exterior del niño faraón Tutankamón, que comenzó el pasado 17 de julio con un proceso de fumigación. Es la primera restauración que recibe el sarcófago desde que Howars Carter descubrió la tumba del faraón Tutankamón en 1922.

Los técnicos del GEM, armados con pinceles y espátulas, continúan con extremo cuidado la recuperación del féretro, que se espera que esté terminada para el momento en el que abra el GEM, previsto para 2020.