Como viene siendo la tónica habitual durante la mayoría de encierros de San Fermín del año 2019, la quinta jornada acabó con una carrera limpia en la que hubo varios trasladados, uno de ellos por asta.

Los toros de Victoriano del Río, de Guadalix (Madrid), corrieron este jueves el quinto encierro, su décima participación en este acto en el que hasta ahora se han caracterizado por carreras veloces y limpias.

Con una duración de 2 minutos y 50 segundos, principalmente porque el último de los toros ha permanecido durante algunos segundos despistado en el coso taurino hasta que los dobladores lo han introducido en chiqueros, la manada ha estado comandada por dos veloces cabestros, que han imprimido una velocidad que ha provocado numerosas caídas.

En el primer parte de atención de Cruz Roja se han contabilizado cinco solicitudes de traslado a centros sanitarios, cuatro de ellos por contusiones y un quinto por una cornada en un brazo, producida en el tramo de Telefónica.

Hasta Pamplona viajaron ocho astados con pesos que oscilan entre los 500 y los 605 kilos, seis de los cuales correrán el encierro y por la tarde serán lidiados por Antonio Ferrera, Julián López 'El Juli' y Pablo Aguado.

De los ocho ejemplares, seis son negros, uno tostado y otro castaño claro, según la Policía foral encargada de su recepción hace días en los corrales del Gas.