"El juego que hemos decidido proponer este año es un capuccino. Pero en este caso es simplemente una ilusión, un trampantojo. Realmente la tapa es salada y el capuccino está hecho con una crema de berenjena ahumada, una espuma de queso de cabra y cacao amargo", cuenta Anna Roberti, chef del restaurante 'La Temeraria'.

Por un precio asequible se pueden probar platos innovadores y también típicos. En esta octava edición, Tapapiés apuesta por la sostenibilidad: evita los recipientes de usar y tirar y utiliza productos de proximidad. Se trata de un festival para todos los públicos y para todos los paladares.