C. Tangana ha decidido abordar el tema a través de su Twitter pidiendo perdón a todas las madres, en especial a la suya, que no se merece que su hijo parezca que no ha recibido una correcta educación por su comportamiento. Además asegura que su madre siempre le dijo que todos somos iguales y que nadie se merece ser insultado.

"Hoy como muchos domingos he ido a comer a casa de mi madre. Cuando era niño intentaba escapar de sus broncas a toda costa, pero desde que me independicé a los 18, a veces voy a comer con ella solo para evitar que se ampute la lengua de mordérsela. Ella aguanta los disgustos que le doy delante de toda España y a cambio yo me como alguna bronca delante de mi padre y mi hermana. Para alguien como yo, al que nunca que le ha gustado estarse quietecito ni callado, es un trato más que justo.

No sé si alguna vez habéis salido en todos los medios de comunicación de vuestro país insultando a un rey, pero es una situación que a una madre definitivamente no le gusta. Por un lado, tiene miedo de que te metan preso, y por otro has dejado en evidencia toda la educación que ella te ha dado.

Porque eso de mandarle a la madre de no sé quién que te coma los cojones... bueno aquí cada madre se come lo que le sale del pepe, porque tú quién coño te has creído para decir eso a la madre de nadie... porque tú no tienes ni puta idea de lo que tiene que pasar una madre y a ver si a ti te gusta cuando a mí me mandan a comerme tal y tal.

Hace tiempo que he aceptado los insultos como parte de mi vida artística, pero es verdad que a nadie le gusta que se caguen en su madre, aunque sea una cosa que nos pasa a conocidos y desconocidos diariamente por motivos tan estúpidos como saltarte un ceda u olvidar un intermitente.

Mi madre me enseñó que no debes insultar porque a ti no te gusta que te insulten, porque aquí todos somos iguales y porque tu dignidad no está por encima de la de nadie. Por eso me parece una gilipollez que por insultar a un humano en un atasco me pueda ganar un guantazo, pero que por insultar a un rey deba tener miedo de ir a la cárcel.

Es seguro que tendré que pedir disculpas a mi madre delante de toda España, quizá tenga que pedir disculpas a todas las madres en general... pero lo que no voy a hacer es tener miedo de ir a la cárcel. Me da igual con quién te acuestes, con quién se haya acostado tu padre o quiénes sean tus hijos, aquí el rey soy yo y cualquier otro que quiera poner su dignidad por encima de la mía puede ir chupándome el culo mientras cago.

Insultar solo es una forma de expresar tu dignidad cuando hay una ley que diferencia los insultos contra ti de los insultos contra otras personas. Tu dignidad está a la altura de la dignidad de un rey. Un insulto no es más grave por dirigirse al rey que por dirigirse a ti.

Y ahora voy a aprovechar el morbo del insulto para hablar de lo que verdaderamente importa. Me gustaría invitar a todas las personas que leen esto a creerse los reyes. Me gustaría invitar a todas las personas que leen esto a perderle el miedo al poder.

No solo a las represalias de la gente con poder, no solo a lo que los poderosos puedan hacerte, sino al poder mismo. Me gustaría vivir rodeado de reyes en vez de rodeado de siervos. ¿Quién podría preferir pertenecer a un país de siervos antes que a un país de reyes? Tú no quieres ser el rey porque te da miedo el poder, prefieres que el rey sea otro. Te da miedo porque te obliga a asumir la responsabilidad de lo que haces y dices.

El poder te da miedo porque te hace responsable de tus desgracias. Es más cómodo que sean los poderosos los que tienen la culpa, en vez de tú, pobrecito, que no puedes hacer nada. Hay que pensarlo como un ejercicio de seducción. Hasta que no le pierdas el miedo al poder no vas a poder acercarte a ronear con él y hasta que no te acerques a él no vas a poder hacerlo tuyo. Me gustaría invitarte a que te creas el rey, me gustaría vivir rodeado de reyes".