La joven, de 22 años y que acaba de finalizar sus estudios de Administración de Empresas, lleva a su país este título por segunda vez en la historia del certamen, tras Margaret Gardiner en 1978.
Representantes de Angola (2011), Botswana (1999) y Namibia (1992) fueron las otras tres africanas que lo consiguieron.
El teatro Axis, del Hotel Planet Hollywood de Las Vegas (EEUU), explotó de emoción cuando el presentador de la gala, Steve Harvey, anunció el nombre de la nueva reina mundial de la belleza tras el concurso con el mayor número de participantes de su historia, un total de 92.
El nombre de esta joven, que declaró ser amante de ayudar a empoderar a las mujeres, figuró desde el principio entre las favoritas, no sólo entre el público, sino también en los sitios de apuestas por internet, que la situaron entre las tres finalistas.
Y al final se confirmó ese favoritismo para la sudafricana, quien a partir de ahora vivirá en un lujoso apartamento de Nueva York con todos los gastos pagados.
La clave quizás radicó en su respuesta a la siempre delicada pregunta que tuvieron que responder las tres finalistas sobre qué cualidad de sí misma más la enorgullecía y cómo la aplicaría en caso de ser elegida Miss Universo.
Miss Sudáfrica respondió que Miss Universo "debe tener confianza en sí misma", como mujer que ha superado "numerosos temores", por lo que puede ayudar a otras a sobrepasar estos miedos, y a quien "nunca se le pide demasiado", cualidades que, puntualizó, ella posee.
Nel-Peters dedicará su reinado a promover actividades y causas que, de acuerdo con la organización, deben estar orientadas a empoderar a otras mujeres, a ayudar a sus comunidades y a iniciar conversaciones en torno a temas que ayuden a la sociedad.