La nueva película de Spike Lee recuerda la figura del hombre de color que consiguió infiltrarse y liderar el Ku Klux Klan, aunque por teléfono, claro. Eran los años 70 y hacía dos años del asesinato de Martin Luther King, pero parecía que la lucha por los derechos civiles había alcanzado sus objetivos. "No son solo los negros, son también las mujeres y sus derechos o los homosexuales", afirma el director.

Para Spike Lee, la lucha engloba ahora más colectivos, unidos todos ante un enemigo común: Donald Trump. Un personaje que para Angela Davis tiene su parte positiva porque "hemos visto el racismo más virulento, pero al mismo tiempo nunca ha existido tanta conciencia contra el racismo en EEUU".

Lo vemos constantemente, desde la polémica con Ryanair a la mujer que llamó a la Policía cuando vio a un hombre conducir un coche con dos niños blancos en los asientos de atrás. Para Spike Lee, "la raíz del racismo se encuentra en la supremacía blanca".

Por eso, Spike Lee y Angela Davis, dos de las voces más reconocidas por los derechos civiles, recuerdan que la lucha sigue siendo importante.