Antes de las reuniones familiares por Nochebuena, toca pasar por otro ritual: las comidas de amigos y cenas de trabajo. Entre las bromas y charlas previas, la hora de sentarse a la mesa se suele retrasar más de lo habitual.

Algo que ya no es un problema en muchos restaurantes, como en Diurno, cuyas brasas de la parrilla siguen al rojo vivo hasta las dos de la mañana. Además, son muchos los establecimientos que buscan diferenciarse para atraer a más clientes.

Otro de los factores clave es elegir el menú, y en locales como Bacira, en Madrid, ya se han decidido a incluir platos light en su menú degustación navideño. Así, los percebes, mejillones y langostinos se comen en tartar, acompañados de una salsa de cítricos y algas.

El atún se sirve casi crudo y el caviar acompaña a unos niguiris de salmonete. Si lo que se busca es una reunión más informal, sin sentarse a la mesa, también hay opciones, como el Hotel Wellington, también en Madrid. En este histórico establecimiento acuden a los clásicos: ostras con Champagne. Fórmulas para todos los gustos, con un mismo fin, brindar por el 2019.