El amor en los tiempos del punk lo protagonizaron Sid y Nancy. Él, bajista de los Sex Pistols, era adicto a las anfetaminas y un heroinómano que solía pincharse con su propia madre. Ella una 'groupie' de carácter violento y autodestructivo que traficaba con drogas y se prostituía.

Y así entre conciertos, barbitúricos, punk y otras drogas nació su amor. Una relación violenta, con continuas discusiones. Pasaban los días encerrados en el hotel Chelsea de Nueva York, drogándose. Su romance duró apenas 11 meses.

Un día Nancy apareció muerta, desangrada en la bañera del hotel con una puñalada en el abdomen. Sid fue acusado de homicidio. Siempre negó que le hubiera hecho algo a Nancy. Y nunca se supo la verdad. El músico murió cuatro meses después.

No todos los finales tienen amores felices... Si no que se lo digan a Bill Wyman, bajista de los Rolling Stones. A sus 48 años comenzó una relación con Mandy Smith de tan solo 13. Cuando ella cumplió los 18 se casaron

Y no fueron felices y comieron perdices, más bien lo contrario. Mandy dijo pasar gran parte de su matrimonio en cama debido a la anorexia y el síndrome de fatiga crónica que padecía. A los tres años se divorciaron.

Pero poco después habría otra boda en la familia. El hijo de Bill, Stephen de 31 años, se casó con la madre de Mandy de 49. La cuadratura del círculo del amor.

Surya y Rosco tampoco son de la misma familia, pero su amor fue a primera vista. La orangutana paseaba con su dueño en Carolina del sur cuando se encontraron a Rosco vagando solo, tras ser abandonado por sus dueños. Desde ese momento comenzaron a quererse y nunca se separaron. Y es que ya saben, sobre amores no hay nada escrito.