A principios del siglo XX, el cine era magia. Magia muda y en blanco y negro. Magia con nombre y apellido español.

Segundo de Chomón fue un pionero. Comprendió que el cine servía para algo más que para retratar la realidad. Con él se podían contar historias fantásticas.

Puede que el cine de Chomón les recuerde al de Méliès. Trabajaron en la misma época y el genio francés le sirvió de inspiración, pero Segundo perfeccionó su técnica.

A Segundo de Chomón se le atribuye el desarrollo del paso de manivela, lo que hoy conocemos como stop motion. Es decir, que los objetos cobren vida propia.

El director turolense fue el primer español que coloreó las películas de cine mudo. Lo hizo a mano y después inventó una máquina para hacerlo más rápido y con más precisión.

Chomón se adelantó a su tiempo y aunque en su época trabajó para los estudios más reconocidos, ahora muy pocos se acuerdan de él.

Con la intención de remediar tantos años de olvido, se estrena el falso documental 'El hombre que quiso ser Segundo' que repasa la vida de Chomón y de su hermano gemelo. Dos españoles que cambiaron la historia del cine.