Es difícil que hoy nadie haya recordado su película favorita de Sean Connery. El actor, consagrado como el James Bond original, capturó las miradas de los amantes del cine de todo el mundo.

Su fusión con 007 le acompañó durante gran parte de su carrera, haciendo de su ingenio, su belleza y su dominio sus grandes armas escénicas. Fue el que marcó el camino y el tono -subido, en muchas ocasiones- del icónico agente del MI6.

Fue siete veces 007, pero no se quedó anclado en ese personaje. Para la historia deja actuaciones memorables como Jim Malone en 'Los intocables de Elliot Ness', 'En el nombre de la rosa', 'Los inmortales' o 'Los vengadores'.

Hijo de un camionero y una limpiadora, Connery era firme defensor de la independencia de Escocia. Durante su nombramiento como caballero, apareció con la típica falda de su país para 'sacar pecho' de sus orígenes.

Nació un 25 de agosto de 1930 en el barrio trabajador de Fountainbridge (Edimburgo). En el lugar en el que estaba su casa, demolida hace décadas, hay una placa con su nombre. A los 14 años dejó la escuela y trabajó en varios empleos, acabando uniéndose a la Marina Real.

Quizás sus logros menos conocidos hayan sido acabar tercero en el certamen de Mr. Universo (la revista People le nombró el hombre más sexy del siglo XX) y quedar fuera de una prueba para entrar en el Manchester United... para ser Bond, James Bond.

El último papel que nos regaló fue el de 'La Liga de los hombres extraordinarios', adaptación de la novela gráfica de Alan Moore que fue un éxito en taquilla pese a recibir algún que otro 'palo' de la crítica. Así es como muchos le han recordado hoy, como un hombre extraordinario.

Siempre quedará la duda de saber cómo habría sido su Gandalf en 'El Señor de los Anillos', papel que rechazó interpretar en favor de Ian McKellen. Sí que hizo de padre de Indiana Jones, una de sus mejores experiencias como actor.

A los 80 años, dijo adiós a la gran pantalla. En agosto de este año, llegó a los 90. Ahora, deja un imponente legado en el cine y una marca imborrable en películas que nos acompañarán siempre.