Cada 14 de febrero, millones de personas en todo el mundo celebran el día de los enamorados y, aunque en cada país se viva de una manera diferente, este día se conoce por la compra de regalos y notas de amor junto a dulces o ramos de flores. Lo que muchos no conocen es la historia que se esconde detrás de San Valentín y el por qué de su celebración.

En la historia de San Valentín hay varias certezas y otras cuantas incógnitas. Un dato cierto: San Valentín existió. Una incógnita: ¿dónde están sus restos? Son varios los templos católicos que afirman fehacientemente albergarlos, y una de ellas es la iglesia de San Antón, en Madrid.

Según cuenta la leyenda, el mártir católico fue decapitado por desobedecer al emperador Claudio II, quien tomó la decisión de prohibir el casamiento de jóvenes porque entendía que los solteros luchaban mejor. El sacerdote, al que hoy en día hacemos homenaje cada 14 de febrero, se jugaba la vida y se dedicaba a contraer el matrimonio de las parejas, hasta que fue descubierto y condenado a muerte por decapitación, de acuerdo con la versión de la web especializada en cuestiones religiosas Aciprensa.com.

Pero, ¿qué fue de sus restos? Te lo contamos.

Dónde está enterrado San Valentín

Tras ser condenado a muerte, se dice que sus huesos fueron esparcidos por todo el mundo. La revista National Geographic afirma que, hoy en día, una iglesia de Dublín muestra el corazón de San Valentín; en Roma, una basílica exhibe el supuesto cráneo del sacerdote; en un convento de Glasgow se encuentra su esqueleto; en una basílica de Praga está el hueso que pertenecía a su hombro y, en España, en la iglesia de San Antón de Madrid, se encuentran los supuestos restos de San Valentín dentro de una habitación de cristal.

Cómo llegaron los restos de San Valentín a España

Según cuenta la leyenda, a finales del Siglo XVIII, el papa regaló parte de los huesos (calavera, dos fémures y otros restos) de San Valentín al monarca Carlos IV, quien los ocultó en la Calle Hortaleza de Madrid hasta 1984. Así lo explica Manu Garcia del Moral, escritor del libro ‘Secretos de Madrid’ (2018).

A partir de ese mismo año, los huesos que, supuestamente, formaban parte de San Valentín se encuentran en la Iglesia de San Antón en el lado derecho de la parroquia y dentro de un cubículo de cristal. De hecho, si se visita el templo, se puede ver un pequeño sarcófago que indica que lo que hay dentro son los restos del santo.

Quién fue San Valentín

Para conocer al sacerdote que da nombre a esta fiesta hay que viajar al siglo II en Roma, momento en el que el emperador Claudio II decidió prohibir el matrimonio entre las personas jóvenes. Creía que los hombres solteros, al no contar con una familia y no tener ningún vínculo afectivo, serían mejores guerreros. Pero San Valentín, el protagonista del Día de los Enamorados que hoy seguimos honrando, se rebeló y arriesgó su vida con tal de unir el matrimonio entre los soldados romanos y sus mujeres, según el Diccionario de Cristianidad.

Sin embargo, el sacerdote fue descubierto y llevado ante el emperador para ser condenado a muerte por decapitación. La leyenda cuenta que mientras estuvo en la cárcel conoció a la hija ciega del carcelero, de la que se enamoró. La leyenda va un paso más allá: el 14 de febrero del año 269, después de ser decapitado y morir, la joven recuperó la vista.