El encierro es una carrera con toros que recorre las calles del centro de Pamplona todas las mañanas. Empiezan a las 8:00 horas entre los días 7 y 14 de julio. El recorrido tiene una distancia de 875 metros y cuenta cada día con seis toros de una determinada ganadería. Estos van acompañados de varios pastores y seis cabestros encargados de guiar a la manada hasta la plaza de toros de la capital Navarra.

Si el encierro transcurre por los cauces habituales y no registra graves incidencias, suele durar entre dos y tres minutos. A continuación te damos las claves a tener en cuenta antes de correr delante de los toros en los encierros de San Fermín:

Seis toros y seis cabestros

Los toros que corren el encierro son toros salvajes y siempre seis. Son hermanos, de una misma ganadería. Quizá los más famosos son los Miura, por ser los más grandes, pero cada encierro es diferente y siempre hay sorpresas.

Por otro lado, los cabestros son seis bueyes mansos que guían a los toros para que estos lleguen bien al ruedo y no se separen del resto de la manada, algo que puede resultar peligroso para los corredores.

¿Por qué se corre el encierro?

No se conoce la fecha exacta, pero en cierto momento los carniceros, que eran los encargados de conseguir el ganado, comenzaron a acompañar a los pastores cuando estos guiaban a los toros y cabestros hasta la plaza. Poco a poco, esta práctica se fue popularizando y se empezó a correr delante de los toros y no detrás, como se hacía hasta ese momento.

El recorrido

El encierro empieza en la cuesta de Santo Domingo, a la altura de la imagen de San Fermín. Los corredores dedican tres cánticos al santo y le piden su bendición. A las 08:00 h, se lanza un cohete y empieza el encierro. Este primer tramo, de unos 280 metros, es el más rápido y también el más peligroso, de hecho es el único donde no hay ningún refugio para retirarse.

Terminada la cuesta de Santo Domingo, la carrera continúa por la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza de Mercaderes en un tramo de unos 100 metros. Esta parte del recorrido es curva, por lo que es frecuente que los toros vayan pegados a la derecha del vallado. Al final de Mercaderes, se forma un ángulo recto en la esquina con la calle Estafeta. La curva de Mercaderes es una parte muy peligrosa si se coge por la parte externa, ya que los toros, llevados por la inercia, la cogen por ahí y suelen estrellarse contra el vallado.

La Calle Estafeta tiene una facilidad y una dificultad. Es un tramo más sencillo porque es usualmente más lento, pero se complica porque a esta altura algún toro puede haberse separado de sus hermanos. Correr toda la calle es imposible, por lo que los corredores tienen que retirarse de manera limpia a un lado. Es importante recordar que es muy fácil caerse, ya que se dan muchos empujones.

Después de Estafeta llega el conocido como tramo de Telefónica, que es de unos 90 metros. Aquí los toros van muy lentos, pero con frecuencia sueltos. Es un tramo un peligroso por dos razones: la presencia de corredores inexpertos y los cambios de ritmo (los toros van lentos pero aceleran al enfilar el callejón). Es uno de los lugares donde más accidentes hay.

Por último, llega el tramo del callejón, que entra ya a la plaza, donde el principal peligro es que se forme un montón con personas que se han caído. La anchura del callejón es de tres metros y es fácil que los corredores se amontonen. Hay varios huecos en la pared (gateras) por donde deslizarse en caso de caída, pero hay que recordar que tras la entrada de la manada en el ruedo, la puerta se cierra, por lo que es peligroso entrar detrás de los toros.

Normas básicas y consejos

- Es necesario tener 18 años o más para poder correr el encierro

- Está prohibido romper las barreras policiales

- Está prohibido correr el encierro en estado de embriaguez, bajo los efectos de las drogas o de cualquier forma impropia

- Es necesario llevar el vestuario adecuado para la carrera (recomendación: ir de blanco con zapatillas deportivas)

- Está prohibido citar a los toros y cabestros o llamar su atención, así como agarrarlos, tocarlos o maltratarlos

- No se pueden hacer fotografías desde las calles, vallados o barreras sin autorización