Curioso es que una de las películas que mejor han captado la belleza de la américa profunda estuviese dirigida por un alemán: Win Wenders.

Win Wenders inaugurará el Festival de Donostia con su última película, 'Inmersión'. Sam Shepard fallecía esta semana. Él fue quien firmó el guión de 'París, Texas', donde supo cristalizar los desiertos texanos en una historia profunda e íntima.

Su impacto fue tal que entre otros premios ganó la Palma de Oro en Cannes. De ahí nació una amistad que llevó a ambos, guionista y director, a trabajar juntos en 'Llamando a las puertas del cielo'.

Pero el talento de Shepard le llevó a trabajar con otros grandes directores como Michelangelo Antonioni, para quien escribió 'Zabriskie Point'.

Fue su trabajo como escritor el que le dio más prestigio. Trasladó el hastío y el desasosiego del teatro del absurdo a una América profunda y cotidiana, algo que le llevó a ganar el premio Pulitzer por su obra 'Buried Child' en 1979.

Publicó 'Rolling Thunder' contando su viaje con Bob Dylan por 22 ciudades, siguiendo la estela de Kerouac. Su amistad con el músico le llevó a escribir con él 'Renaldo and Clara'.

Pero fue su faceta de actor la que le otorgó la fama. En 1978 protagoniza 'Días de Gloria' de Terrence Malick. Su interpretación en 'Elegidos para la gloria' le llevó a ser nominado como Mejor actor de reparto en los Oscar.

Participó como actor en 33 películas entre las que destacan 'Magnolias de acero', 'El informe pelícano' o 'El Diario de Noa'. Y en todos sus trabajos siempre dejó su marca, la que también nos dejó en sus poemas.

Nos quedamos con el mensaje que la tierra transmite, un mensaje que Sam Shepard nos ha dejado en sus obras.