Un actor ligado a España

Robert Redford y sus viajes a España: "No bailaba flamenco, pero fue maravilloso"

Los detalles El actor llegó a nuestro país por primera vez en 1957, con tan solo 19 años, mucho antes de convertirse en una estrella de Hollywood. Ha vivido en Mallorca, Mijas (Málaga) y Barcelona.

Robert Redford, en la Cadetral de La Almudena, en MadridRobert Redford, en la Cadetral de La Almudena, en MadridEuropa Press
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El actor Robert Redford, fallecido este martes, mantuvo a lo largo de su vida una relación especial con España. Llegó a nuestro país por primera vez en 1957, con tan solo 19 años, mucho antes de convertirse en una estrella de Hollywood y en un momento en el que la pintura era su gran sueño, por encima del cine.

En declaraciones a la agencia de noticias 'EFE' en 2012, recordó aquella primera visita: "Quería ser artista y vine a España. Era 1957, estaba la Guardia Civil. Viajé por el país, estuve en Barcelona y luego pasé dos meses en Mallorca, donde pinté algunos cuadros. Fue una experiencia maravillosa".

Diez años más tarde, Redford regresó acompañado de su esposa, la historiadora y activista Lola Van Wagenen, y sus dos hijos pequeños, Shawna y James. La familia se instaló en Puerto Alcudia, un pequeño pueblo de pescadores en Mallorca. El actor explicaba que buscaba ofrecer a sus hijos "un contacto con otras culturas" y una educación abierta al mundo.

Robert Redford y su mujer, Sibylle Szaggars, paseando por la capital a 27 de noviembre de 2012, en Madrid (España).Robert Redford y su mujer, Sibylle Szaggars, paseando por la capital a 27 de noviembre de 2012, en Madrid (España).Europa Press

Tras consolidar su carrera como intérprete, Redford atravesó una etapa de dudas profesionales tras sus primeros trabajos en Hollywood. Esa crisis lo llevó de nuevo a España. Se instaló con su familia en una granja en Mijas, Málaga, donde disfrutaron de un año sabático: "No bailaba flamenco, pero fue una experiencia maravillosa", recordaba Redford con humor.

Mallorca, Mijas y Barcelona fueron los tres lugares que marcaron el viaje español de Redford, un periplo que no solo dejó huella en su vida personal y artística, sino que también marcó un capítulo íntimo en la trayectoria de uno de los actores más importantes de la historia del cine.