El Fuero de Brihuega es un códice medieval del siglo XIII que se daba por perdido desde finales de 1938, en plena Guerra Civil. Ahora, ha podido ser recuperado y regresará a la localidad manchega, pues, al parecer, un soldado evitó que fuera pasto de las llamas cuando las tropas de las que formaba parte tomaron Brihuega.
Así lo ha confirmado este viernes la Guardia Civil, que destaca que se trata de un documento de "incalculable valor" y que se encuentra "en buen estado de conservación", a pesar de sus casi ocho siglos de antigüedad: se cree que pudo haber sido elaborado en el año 1242, cuando el entonces arzobispo de Toledo concedió el fuero a la villa de Brihuega, en Guadalajara.
El códice consta de más de 70 páginas escritas en pergamino y resguardadas por sendas tablas de nogal, con letra de tipo francés, de diferentes colores y formando adornos entrelazados propios de las miniaturas de la época. Contiene la firma del arzobispo y un conjunto de normas y castigos para quienes las incumplieran.
El códice, que durante décadas se dio por perdido, fue estudiado antes de su desaparición por el catedrático de Arqueología Juan Catalina García, que publicó un libro donde lo describía por completo.
Según la Guardia Civil, en la recuperación del fuero ha colaborado la casa de subastas Soler y Llach, que, al ser consultada por el poseedor actual del libro sobre cómo proceder a su entrega, facilitó que se pusiera en contacto con la Sección de Patrimonio Histórico de la UCO de la Guardia Civil.
La persona que tenía el códice lo entregó para que el Instituto Armado se hiciera cargo de él y que volviera a Brihuega, cumpliendo así el deseo de su padre, ya fallecido, que fue quien evitó su destrucción y la de otros libros que se estaban quemando, cuando la unidad militar de la que formaba parte tomó la localidad a finales de 1938.
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