En 1959, antes de que el hombre llegara a la Luna, los jóvenes ya hacían cola para ver a Raphael.

Dice el artista que en cuanto conquiste a los de 20 años, ya se habrá hecho con la quinta generación de jóvenes españoles, a quienes ya conquistó en el Sonorama en agosto porque, según él, no se parece a nadie, hace música diferente que es lo que los jóvenes buscan.

Para los nuevos ha grabado este disco, con canciones a las que quiere dar una segunda oportunidad. Aquellas que pasaron desapercibidas y que no quiere que "busquen en el baúl de los recuerdos de la abuela" y para que nadie se quede sin su momento Raphael.

Quién no ha bailado alguna de sus canciones en una boda, para cerrar una discoteca o en un viaje en familia.

Eso sí, aunque está encantado de rodearse de jóvenes, lo suyo no es canción protesta. Dice que "la gente viene a verle al teatro, no quiere protestas".

Reconoce que le gusta que los jóvenes luchen, y que surjan nuevos partidos como Podemos. 

Y ya que se moja de política, le preguntamos por Cataluña. Para él, es tan fácil como que se cambie la constitución.