La Asociación Española de Abogados Cristianos ha presentado una querella ante el juez contra el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, por una exposición que consideran "vejatoria", en la que se muestra a un Cristo en una parrilla, crucificado en un avión, así como imágenes religiosas mezcladas con otras de contenido sexual, y pide el cierre de la muestra como medida cautelar.

La organización de juristas acusa al director de la pinacoteca de un delito contra los sentimientos religiosos y otro de incitación al odio por esta exposición que se titula 'La bondadosa crueldad. León Ferrari. 100 años'.

Abogados Cristianos solicita además la destitución de Borja-Villel al frente del Reina Sofía, así como su inhabilitación para ejercer cualquier cargo público. Alega que "se trata de un comportamiento reincidente y que va en contra del propio código deontológico de los museos".

Villel ya autorizó una exposición vejatoria para los cristianos en 2014"

Abogados Cristianos

La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha precisado que "en 2014, Villel ya autorizó una exposición vejatoria para los cristianos en la que se veía una iglesia con una caja de cerillas y un mensaje que decía 'La única iglesia que ilumina es la que arde, contribuye'".

Además, considera que la actual exposición va en contra del Código Deontológico del ICOM para los Museos que "es categórico en su punto 4.3 en cuanto a la promoción del respeto de los objetos sagrados de las comunidades donde se hacen exposiciones".

No hay "voluntad ni de ser irreverente", según un jurista

La querella "no tiene ningún sentido" porque no se puede considerar delito programar una exposición en la que "no hay intención de atentar contra el sentimiento católico de los cristianos", según ha explicado Roger Dedeu, socio fundador del despacho Gabeiras&Asociados especializado en derecho de la cultura.

"En derecho penal es fundamental la voluntariedad y aquí lo que se está haciendo programando esta exposición es poner encima el derecho al acceso a la cultura y la obligación de los poderes públicos de facilitarlo", ha explicado el jurista, quien cree que en casos así "solo se ve la cara de la censura".

"Hay una colisión entre derechos y lo que hay que hacer es ver si realmente esa exposición está atentando contra los valores religiosos", ha señalado, para luego apostillar que en su opinión no hay "voluntad ni de ser irreverente".

"Por ejemplo, cuando veo a Cristo crucificado en un avión norteamericano se reivindica la figura de Cristo como un revolucionario que tenía valores de desigualdad y la defensa del débil. Esa figura en absoluto se está viendo diezmada en estas piezas: lo que quizás se critica directamente es a determinados estamentos religiosos", ha apuntado.

De hecho, para Dedeu -quien recientemente participó en las jornadas 'CensuradXs: Libertad, arte y cultura' en el Círculo de Bellas Artes de Madrid- el tipo penal por ofensa religiosa es "un delito que debería desaparecer" en España. "Es un anacronismo que en el siglo XXI exista un delito de estas características que tenga relevancia penal", ha defendido.