Todo comenzó cuando David Bowie tenía 15 años y un amigo le dio un puñetazo cuando discutían por el amor de una chica.

Su amigo llevaba un anillo en el dedo que impactó directamente en su ojo derecho. Tras varias operaciones, la pupila del músico quedó dilatada para siempre y le provocó la anisocoria.

Casualidad o destino, la vida unió a estos dos seres con el color de ojos diferente. Su perro Max tiene un ojo azul y otro marrón, ya que tiene heterocromía, una enfermedad que hace tener un ojo de cada color.