Pasadas las 21:20 horas del lunes, el mítico Mata Mua, de Paul Gauguin, volvía entre fuertes medidas de seguridad al museo Thyssen. Un convoy flanqueado por varios coches de la Policía Nacional trasladaba el cuadro desde un búnker de Andorra hasta la entrada principal de las instalaciones en el centro de Madrid.

El cuadro, de finales del siglo XIX y enmarcado dentro de la corriente del Postimpresionismo, está considerado la joya de la corona de la colección de Carmen Cervera.

En busca de la inspiración artística, el pintor francés Paul Gauguin emprendió un viaje a Tahití en 1891. Quería vivir al margen de la civilización occidental teniendo contacto con los pueblos primitivos. "Quiero irme con los salvajes", afirmó el artista en la época.

En diciembre de 1892, Gauguin dio vida al emblemático Mata Mua (Érase una vez) tratando de reflejar que 'el paraíso perdido' que fue buscando realmente no existía.

La obra es un óleo sobre lienzo de 91 centímetros de alto y 69 de ancho que representa un paisaje de Tahití. En el centro de la composición, un árbol acapara gran parte del protagonismo. Además, en un primer plano Gauguin representa a dos mujeres: una toca la flauta y la otra escucha. Detrás se encuentra una estatua de la diosa de la luna en torno a la que bailan varias mujeres vestidas con prendas azules y blancas. En el fondo, una montaña de colores rosados sobresale sobre la vegetación.

La primera vez que el cuadro se expuso fue en 1893 y tras la muerte de Paul Gauguin, en mayo de 1903, la obra pasó por diferentes subastas y colecciones.

En 1984, el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza compró el cuadro a medias con Ortiz Palatino, coleccionista boliviano, por casi 4 millones de dólares.

Ambos llegaron al acuerdo de que cada uno de ellos tendría el cuadro durante dos años y medio y, cinco años después, uno debería comprar la parte del otro, o sacar el cuadro a subasta. Palatino rechazó la oferta del barón Thyssen, que finalmente adquirió la obra en mayo de 1989 por más de 24 millones de dólares.

En el verano de 1993, meses después de que el museo Thyssen abriera sus puertas en Madrid, el barón vendió al Estado español 775 piezas de arte, pero apartó el Mata Mua, que forma parte de la colección de Carmen Cervera.

El pasado miércoles, dos días después de que el Mata Mua regresara a España, Carmen Cervera y el ministro de Cultura, Miquel Iceta, escenificaban un acuerdo que ponía fin a una década de complicadas negociaciones y por el que la baronesa recibirá del Estado 6,5 millones de euros durante 15 años por el alquiler de sus obras.

El regreso a España del Mata Mua, estrella de la colección de Carmen Cervera, ha sido clave para que los cuadros se queden finalmente en nuestro país.

Fue en pleno confinamiento, en junio de 2020, cuando el Mata Mua salió del museo Thyssen rumbo a Andorra, abriéndose así una de las crisis más graves de las negociaciones entre el Gobierno y Carmen Cervera que finalmente han llegado a buen puerto.

La baronesa Carmen Cervera, posa ante el cuadro de Paul Gauguin Mata Mua