Que una de las expresiones más conocidas del español es esa que se usa para referirse a los 'reyes del drama' no es nada nuevo: fue la cantante cubana La Lupe la que popularizó ese "Lo tuyo es puro teatro", pero el teatro es mucho más que esto. Y es por eso que una de las artes con más historia tenía que tener su propio festejo: el Día Mundial del Teatro, que se celebra cada año el 27 de marzo. A iniciativa del Instituto Internacional del Teatro (ITI), en 1961 se aprobó la iniciativa de dedicarle un día del calendario a este arte dramático y que ha llevado, con el tiempo, a promocionar semanas enteras de eventos teatrales.

¿Pero por qué se celebra este día? Precisamente por su importancia en este campo: este era el día en el que tradicionalmente, desde mediados de los años cincuenta, se comenzaba la temporada en el Teatro de las Naciones de París, el "escaparate" al mundo del teatro internacional, donde se congregaban diferentes con el fin de promocionar la "calidad, pluralidad y diversidad" en este arte. Fue precisamente en este Teatro de las Naciones de París donde, después de la segunda guerra mundial, se vieron por primera vez la Ópera de Pekín, el Berliner Ensemble, el Kabuki nipón o el teatro de Moscú.

Actor kabuki (7-03-2017)

Cada año, a nivel internacional el ITI destaca a una "figura reconocida del teatro" o a "una persona comprometida en alma y corazón con las artes escénicas", que es invitada a compartir "sus reflexiones sobre el teatro y la armonía internacional" sobre el escenario: se trata del mensaje anual del Día Mundial del Teatro, que se traduce a más de 50 idiomas.

Esa persona es, en 2023, la actriz egipcia Samiha Ayoub, que define el teatro como "un acto puramente humano basado en la verdadera esencia de la humanidad, que es la vida". 61 años atrás fue el polifacético (y entre todo, dramaturgo) francés Jean Cocteau quien escribió el primer mensaje por este día, en el que se negó a pensar que la tecnología hubiera atestado un "golpe mortal" al arte dramático para acabar llevando a su terreno aquella fórmula del "Si el teatro ha muerto, ¡que viva el teatro!".

Más de dos décadas después, el español Antonio Gala fue el encargado de redactar el mensaje por el Día del Teatro, quien lo definió como "arma de ataque y escudo de defensa", y también como algo que a lo largo de la historia "ha reconfortado al ser humano, desembrollándolo de sus contradicciones, lanzando una descomedida carcajada frente a quienes lo oprimían, reduciendo los dioses terribles a su tamaño de criaturas que el hombre había inventado para temer o amar".

No es de extrañar que teatro tenga su propia día mundial, si se tiene en cuenta no solo su aportación a la cultura, sino su recorrido histórico: nacido en la Antigua Grecia, el teatro tiene unos 2.500 años de vida —se estima que este arte floreció entre los siglos 550 y 220 a.C.—.

Cinco datos curiosos sobre el teatro

  • En muchos teatros, todavía se deja una luz encendida siempre para que nunca esté completamente oscuro. La tradición viene del momento en el que los teatros de Londres comenzaron a usar luz eléctrica: se dejaba una llama ardiendo con el teatro cerrado para evitar que se acumulara presión en las líneas de gas y hubiera una explosión que acabara incendiando el teatro. Aunque también hay quien dice que le da a los fantasmas una luz para actuar y que no maldigan la producción.
  • Los teatros giratorios empezaron a usarse principalmente en Japón, cerca del año 1750. 'Les Miserables' ha utilizado este tipo de plataforma durante muchos años, con más de 60 giros por función.
  • Las dos máscaras que representan el teatro, una triste y una feliz, representan la comedia y el drama y su elección viene, como también lo hace el teatro, de Grecia: la musa de la comedia, Talia, y la de la tragedia, Melpomene.
  • Visto desde arriba, el Teatro Real de Madrid tiene forma de ataúd. Es un dato difícil de apreciar, pero es así. Existe una leyenda que dice que el arquitecto que levantó este edificio quiso rendir homenaje a los muertos que se encontraban en un cementerio próximo.
  • Aunque en España existe la superstición que relaciona el color amarillo con la mala suerte en el teatro, en Francia ocurre lo mismo pero con el color verde. Lo del color amarillo se dice porque supuestamente Jean-Baptiste Poqueli, más conocido como Molière, habría muerto en el escenario cuando vestía de amarillo, aunque la historia no es del todo cierta. Lo del verde tiene mucho más sentido: los elementos que se usaban para teñir la ropa de los actores de color verde tenían un compuesto químico que los hacía enfermar.

Teatro Español, Madrid

Madrid, la ciudad española con más teatros

Madrid es, con diferencia, la ciudad con más teatros de España. Según datos recogidos por Statista en 2019, la capital contaba entonces con nada más y nada menos que 84 teatros, entre ellos el Teatro Español, el único cuya ubicación coincide con la que tuvo antaño como corral de comedias y, además, el espacio escénico más antiguo del mundo con actividad ininterrumpida, según datos de Europa Press. Le sigue, aunque no de cerca, la ciudad de Barcelona, con más de medio centenar (56, en 2019). En la Ciudad Condal es donde se encuentra el Teatro Apolo, con más de 110 años de vida, uno de los más antiguos en activo.

Con cerca de una veintena de teatros está Sevilla, aunque cabe destacar que otras dos capitales de la comunidad andaluza se suman a este 'ranking' teatral: Málaga, con 14, y Granada, con 8. Por encima de la capital malagueña se encuentra Valencia, con 17, mientras que el resto rondan la decena: Palma de Mallorca (11), Tarragona (10), Santander (10) y Castellón (9).