Obama ha participado en la presentación de su retrato y el de su esposa, Michelle Obama, de quien ha destacado que la artista, Amy Sherald, "ha capturado espectacularmente la gracia, belleza, inteligencia, encanto y atractivo de la mujer que amo", ha destacado el expresidente. En cambio, el autor de su retrato, Kehinde Wiley, tenía desventaja porque el modelo era "menos atractivo".
"Intenté negociar menos canas, pero la integridad artística de Kehinde no le permitía darme ese gusto. Intenté orejas más pequeñas. También encallé", ha bromeado. Michelle Obama, por su parte, ha expresado que estos retratos podrían influir en las niñas negras que lo vean en los próximos años. "Cuando miren hacia arriba verán una imagen de una persona que se parece a ellas colgada en el muro de esta importante institución estadounidense", ha argumentado.
"Conozco qué impacto tendrá en sus vidas porque yo era una de esas niñas", ha apostillado. Sherald y Wiley, elegidos por los Obama, se convierten así en los primeros artistas negros en aportar un retrato a la Galería Nacional de Retratos de los museos de la Institución Smithsoniana. La tradición de aportar un retrato artístico comenzó con el presidente George H.W. Bush. Los retratos de presidentes anteriores han sido donaciones o adquisiciones.