¿Han soñado alguna vez con pasear por las calles de Nueva York? ¿Y recorrerlas como Spider-Man de rascacielo en rascacielo usando sus telarañas? Los videojuegos nos dan la oportunidad de viajar de una forma que no se puede hacer de ninguna otra manera. Si un extranjero desease visitar España con un mando en la mano tendría muchas oportunidades. Según un informe de un reconocido portal internacional especializado, somos el decimotercer país del mundo más representado en videojuegos.

Hay representaciones muy patrias que ya tienen unos cuantos añitos como la Madrid de Torrente 3: el protector que nos deja el centro de la capital para 'apatrullarla' a nuestro antojo. Pero si no sois de los que os guste el policía más casposo de nuestro cine, también podemos recorrer el eje madrileño que suele tener más tráfico a más de 200 km por hora en Gran Turismo 6.

Ahora detengámonos en Barcelona. Es la tercera ciudad europea más representada en videojuegos. Por ejemplo, hemos llevado a un Vin Diesel digital desde la plaza de Colón, hasta la Sagrada Familia en Wheelman. El profesor en desarrollo, narrativa y accesibilidad de videojuegos de la U-Tad, Jaime Barahona, reconoce que "desde el punto de vista del diseño siempre está ese reto de: lo fidedigno, lo más realista posible y luego qué tipo de juego estoy haciendo, qué libertad le doy a mi jugador y cómo le dejo explorar ese entorno".

Pokémon y la Tomatina de Buñol

Estos entornos incluso pueden ser inventados aunque se basen en la realidad. Si suman las torres de la Sagrada Familia a los tejados de la plaza mayor de Madrid, obtendrán uno de los puntos neurálgicos de la Ciudad Meseta de Pokémon Escarlata y Púrpura. El último juego de Pikachu y compañía se sitúa íntegramente en un territorio que está fuertemente inspirado en nuestro país. ¿Os imagináis un Pokémon con forma de aceituna? Aquí lo encontraréis.

Podemos viajar a la Alhambra de Granada del Renacimiento en Assassin's Creed: La Hermandad, a las aldeas de Cantabria a matar zombis en Resident Evil 4 e incluso a darnos unos buenos mamporros en la Tomatina de Buñol en Tekken 6. De hecho, una cosa que les suele pasar muy a menudo a los gamers es esa sensación de "esto ya lo he visto" o "aquí ya he estado" al viajar a un lugar real que tenga su representación en videojuegos.

"Jugando a mi juego es como si hubieses visitado España". Es lo que piensa Jaime Barahona sobre algunos videojuegos situados en nuestro país. Cree que hay muchas desarrolladoras de videojuegos que clavan la inmersión y representan estupendamente los lugares reales en los que se basan.

Reconstruyendo la catedral de Francia

Es más, gracias a la localización de los videojuegos, la catedral de Notre Dame va a recuperar todo su esplendor tras arder en abril de 2019. El mapeado que usaron los desarrolladores de la francesa Ubisoft para recrear la París de la Revolución Francesa en Assassin´s Creed: Unity ha servido para reconstruirla de sus cenizas y, usando los planos del videojuego, dejarla tal y como estaba antes de las llamas.

Un videojuego permite casi cualquier cosa ¿Quieren viajar al Japón del siglo XIX? Pueden. En Rise of the Ronin se encontrarán una recreación perfecta del periodo Bakumatsu. Solo hay que coger el mando.