El Museo del Prado acogió la cena de clausura de la cumbre de la OTAN, un entorno inmejorable para hacer gala de nuestra cultura e historia ante los líderes de la Alianza Atlántica.
En el museo, vimos caras de auténtica fascinación, con Pedro Sánchez como 'guía turístico' con sus invitados. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, que se quedó perpleja al conocer la historia detrás de Las Meninas de Velázquez.
El Velázquez que vemos en el cuadro pinta a Felipe IV y a Mariana de Austria, a los que vemos en el espejo del fondo y que en la vida real ocuparían la posición del espectador, que ve lo que verían los reyes, a las Meninas, y todo para acabar siendo un gran retrato de la infanta Margarita, en el centro.
El presidente de Letonia, Egils Levits, no pudo resistirse a hacer una foto, como vemos en el vídeo, apartándose para dejar un hueco al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. También embelesó a Emmanuel Macron y a su mujer, que se quedaron admirando la obra cuando todos se marchaban.
De igual manera, el Guernica de Picasso fue un éxito en la visita al Museo Reina Sofía, con la reina Letizia ejerciendo de anfitriona. Dos obras que han vivido guerras, cambios de Gobierno, caídas de monarquías y que ahora pueden presumir de haber vivido otro momento histórico.
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La superventas aborda el tema de la inmigración en su nueva novela, El niño que perdió la guerra. Una historia protagonizada por dos mujeres que tendrán que sobrevivir en la España franquista y la URSS de Stalin.