Los jóvenes han tenido que competir en una de las ediciones más concurridas con más de 600 alumnos con edades comprendidas entre los cinco y los 13 años, de 16 países de todo el mundo entre los que se encuentran India, Portugal, Irlanda, China, Alemania, Rusia, Panamá, Ecuador, Croacia, Malasia, Uzbekistán, o Filipinas.
Todos los alumnos compartían un objetivo común, superar con el menor número de errores 70 cálculos matemáticos en tan sólo cinco minutos. De los 30 alumnos españoles que se han desplazado a Rusia, estos tres pequeños han sido los representantes españoles que mejores resultados han conseguido, ya que han sido capaces de realizar los 70 cálculos sin ningún error.
Pablo y Álvaro Quintanero han viajado a Rusia con sus padres y su profesora de ALOHA. Explican que se sienten muy contentos con esta experiencia y, con la copa de campeones en la mano, aseguran que no olvidarán nunca esta aventura al igual que Maikel Amores, que ha viajado a Rusia con su madre y su abuela y que afirma que piensa repetir el año que viene.
El paso de España por el Mundial de Cálculo Mental 2018 en Rusia se ha convertido en la edición con la mayor participación española, con 30 alumnos de diferentes provincias.
Además, los jóvenes españoles han conseguido a parte de los tres premios, otras tres platas, seis bronces y varias menciones de honor.
Los hermanos Quintero son alumnos del programa de desarrollo mental para niños ALOHA Mental Arithmetic desde el 2017 y han conseguido una serie de resultados. Quedaron primero y segundo en el Campeonato Regional de Cálculo Mental de Castilla-La Mancha el pasado mes de mayo.
Además Maikel Amores es alumno de ALOHA desde hace cuatro años y en su palmarés personal hay tres primeros premio en el Campeonato de Cálculo Mental de la Comunidad Valenciana y un primer puesto en el Campeonato Nacional de Cálculo del pasado año 2017.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.