Empezó a sonar como 'la movida valenciana' y "se diferenciaba de la madrileña porque en Valencia eran más 'traqueros' y les gustaba el techno", explica Toni 'El Gitano', DJ de la mítica discoteca Barraca.

A pesar de ello derivó y se popularizó como la 'Ruta del Bakalao'. A principios de la década de 1980 había empresarios que traían discos del extranjero de estraperlo. Ellos se los enseñaban a los DJs, les mostraban "el bacalao" que traían oculto en sus coches.

Así lo cuenta Carlos Segarra, vocalista de 'Los Rebeldes': "En los años 80, el 'bakalao' eran los discos que se traían de importación bajo mano, los traían de extranjis debajo del coche y les decían a los DJ 'mira qué bakalao traigo'".

Eran las nuevas tendencias musicales que llegaban a Valencia y que convertían sus discotecas de carretera en los primeros templos de un culto naciente. De ahí, dicen algunos, el término 'bakalao' acabó dando nombre a un tipo de música y a un modo de fiesta que marcó a toda una generación en la Comunitat Valenciana.

"Empezó una cultura de club que hereda alguna de las dinámicas de club europeas", explica Eduardo Maura, autor de 'Los 90: Euforia y Miedo en la Modernidad Democrática Española'.

Eran aquellas noches en la carretera del Saler una forma de evasión radical marcada por la electrónica y por la química. "Las drogas que eran más protagonistas de la escena eran la mescalina y el éxtasis", explica Luis Costa, autor de 'Bacalao, Historia Oral de la Música de Baile en Valencia'.