Tirón de orejas de los niños cordobeses a sus majestades. "Porque no salieron a disculparse", explica una niña. Ellos, arrepentidos, entonan el mea culpa y empiezan a crear un plan para recuperar su confianza.

Se deshacen en halagos hacia los más pequeños y les ofrecen propuestas irrechazables. Llegan con la carga de regalos suficiente para compensar.

Así, claro, obtienen rápidamente el perdón de los niños. Reconciliación que acaba un año más con final feliz. "Me han traido unas pocas cosas, pero aunque sean pocas me gustan", asegura un ilusionado niño.

En Portugalete, ningún pequeño se escapa de la pregunta del millón. "¿Te has portado bien?", preguntan los Reyes Magos, a lo que se responde de la forma más clásica: "He sido bueno". Hasta 600 niños de familias con pocos recursos recibirán uno y hasta dos regalos de parte de unos Reyes solidarios que, ante ellos, se derriten.

"Algunos te cuentan cosas muy bonitas y te emocionas mucho", comenta un alegre Melchor. Para que nadie se quede sin regalos, trabajan codo con codo con varios ayudantes de Cruz Roja.

"Otras veces vemos más tristezas o problemas, pero hoy es todo alegría", informa uno de los voluntarios de Cruz Roja. Todos acaban yéndose a casa con el mejor de los regalos: mantener la ilusión.