Mogarráz, un pequeña localidad de Salamanca, decidió colgar de los muros de sus casas los retratos de más de 300 habitantes del pueblo, una iniciativa que iba a durar seis meses y ya lleva siete años. Los dibujos, sacados de las fotografías que se hicieron en los años 60, son un reclamo turístico único.

Miradas atentas, alegres y serias, jóvenes y con experiencia e incluso miradas dobles observan a los paseantes desde sus casas de Mogarraz, en Salamanca. Eran fotografías para el DNI en 1967 hasta que hace siete años, el archivo cayó en manos de Florencio Maillo, un artista local que los reconvirtió en cuadros.

"No son retratos pintados con ese preciosismo de un retrato echos a óleo, son con la técnica de la encáustica, pintados con la chapa en caliente para que se pueda abordar de un modo rápido", ha expresado el artista.

Las caras de Mogarraz iban a ser una exposición temporal, pero lo que empezó con 388 imágenes ha acabado convirtiéndose en un mural de casi 800.

En la fachada de la Iglesia de Mogarraz están los retratos de los vecinos que emigraron o que ya no tienen casa en el pueblo. Ahora, gracias a todos, Mogarraz está en el mapa del turismo y ha sido nombrado uno de los pueblos más bonitos de España

"Necesitamos sobrevivir, se trata de eso y en este caso es de una buena forma que es el turismo", ha expresado su alcaldesa, Soledad Álvarez. La obra de 'Retrata2' es además una llamada de atención a esa España vaciada que nos recuerda, a cada paso, que nunca dejemos de mirar.