La XXVI edición de los Premios Max, que otorga la Fundación SGAE, ha sido de las más repartidas de la historia. Solo dos, de los 45 espectáculos en liza, el de danza 'Runa' y el teatral 'Cucaracha con paisaje de fondo', se han alzado con dos maximinos en la gala que ha acogido este lunes el Gran Teatro Falla de Cádiz.
Unos premios distribuidos en producciones de toda la geografía nacional que, en muchos casos, solo optaban a una de las categorías, la que se han llevado a casa.
'Runa', el espectáculo de Lali Ayguadé y Lisard Tranis en el que se mezcla danza, acrobacia y teatro, por el que la intérprete estaba nominada a mejor coreografía y mejor intérprete de danza, ha subido al escenario a recoger los dos. El tercero al que optaba, mejor intérprete masculino, no ha podido ser, ha ido a parar a Mario Bermúdez Gil por 'El bosque'.
'El bosque' se ha perdido por el camino en una edición la que partía como favorita al estar nominada a cuatro categorías: mejor intérprete masculino y femenina, mejor composición musical y mejor espectáculo de danza, pero finalmente, solo se ha llevado uno.
"Una comedia incómoda" es, según describe su autor, 'Cucaracha con paisaje de fondo', un texto sobre el deseo de ser madre y la extinción del ser humano, que optaba a tres categorías se ha llevado el Max a mejor espectáculo revelación para Mujer en obras y mejor autoría revelación para su director Javier Ballesteros.
El mejor espectáculo de teatro ha sido para 'La voluntad de creer' de Buxman Producciones, Teatro Español-Madrid Destino Cultura Turismo y Negocio, mientras que la mejor dirección ha ido a parar a manos de Iñaki Rikarte por 'Supernormales'.
Marta Nieto y Marina Salas compañeras de reparto en 'La infamia' han logrado el premio a mejor intérprete femenina ex aequo, por primera vez en los Max, con una historia basada en el relato de su propio secuestro de la periodista mexicana Lydia Cacho (Ciudad de México, México 1963). "Es muy bonito tener un premio para dos", ha dicho Marta Nieto, muy emocionada, mientras que Salas ha recordado a todo el equipo técnico y la tremenda historia de Lydia Cacho.
El actor Pere Arquillué, ha sido elegido como mejor intérprete masculino por 'L'adversari'. La dramaturga, directora y actriz, María Goiricelaya, nominada cuatro veces, por dos obras, 'Yerma' y 'Altsasu', se lleva a casa el de mejor adaptación por 'Yerma', una obra por la que también estaba nominada a mejor dirección de escena.
'La reina del metal' ha logrado el galardón a mejor espectáculo de danza mientras que el musical o lírico ha sido para 'La gata perduda' de Fundació Gran Teatre del Liceu y el mejor espectáculo de calle 'Love, love, love' de Animasur.
La mejor autoría teatral ha destacado el trabajo de Jesús Muñoz y Pau Pons por 'Eclipse total' y la mejor composición musical para espectáculo escénico a Pascal Gaigne por 'Eta orain zer? ¿Y ahora qué?'.
Otros premiados de los Max
Un clásico como 'Blancanieves' La Chana Teatro7 ha sido galardonado como mejor espectáculo para público infantil mientras que el Max a la mejor labor de producción Tanttaka Teatroa por 'Sexberdinak – Sexpiertos'.
Alessio Meloni por 'La cabeza del dragón' ha logrado el Max a mejor diseño de espacio escénico y Pier Paolo Álvaro por 'Ás oito da tarde, cando morren as nais' el de mejor diseño de vestuario. El mejor diseño de iluminación ha sido para Laura Clos por 'Rojos'.
Los premios también incluyen tres categorías especiales: Max de Honor a Tricicle; Max de carácter social que reconoce la labor de Payasospital y, por primera vez, se ha convocado el Max aplauso del público, que ha recaído en el espectáculo familiar 'El petit príncep' de La Perla 29, creado por el compositor Manu Guix y el director Àngel Llácer, basado en la historia de Antoine de Saint-Exupéry.
En la XXVI edición de los Premios Max de las Artes Escénicas han concurrido un total de 529 espectáculos inscritos, de los cuales 168 resultaron candidatos en la primera fase y 45 resultaron finalistas en la segunda.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.