Todo director que se precie tiene que pasar una prueba de fuego: el Festival de Cannes. Así, aunque él se considere el mejor, Lars Von Trier nunca lo ha tenido fácil en el festival francés. En el estreno de 'Anticristo' recibió duras críticas del público y la prensa. Aseguraban que su película era difícil de visionar por sus escenas cargadas de violencia y sexo. El público incluso llegó a abandonar la sala.
Por eso Von Trier estaba aliviado de que, este año, su nueva película, 'The House that Jack Built', se presentara fuera de concurso. Porque tampoco ha recibido muy buena acogida. Más abucheos e indignación ante la violencia explícita que muestra la cinta. Pero a pesar del mal recibimiento que siempre tiene, sus películas acaban aceptándose como obras de culto. Eso demuestra que Cannes muchas veces se equivoca.
Tarantino fue abucheado cuando se llevó la Palma de oro por 'Pulp Fiction'. Él se lo tomó con filosofía. Así, con 'Malditos Bastardos' estaba curado de espanto cuando ocurrió lo mismo. Porque de todas maneras, ¿qué más da? Scorsese también despertó las iras del público y de algunos miembros del jurado, especialmente del escritor Tennessee Williams, con 'Taxi Driver'.
Pero la Palma se la llevó y dio comienzo una de las carreras más productivas de Hollywood. Así que, aunque su película no guste nada en Cannes, no se rinda: este festival hace lo que el fuego al ave fénix y seguro que acabarás saliendo fortalecido.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
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