Los Mossos d'Esquadra han detenido en las instalaciones del rectorado de la Universidad de Lleida al rapero Pablo Hasél, que ha ingresado hacia las 09:00 horas en la cárcel Ponent de Lleida.
Según han informado fuentes penitenciarias, ha sido internado en el módulo de ingresos, donde una vez identificado se le practicará la prueba PCR -preceptiva para todos los reclusos-, además de los correspondientes cacheos. En los próximos días será evaluado por los técnicos que deben proponer su clasificación penitenciaria, para lo que la junta de tratamiento de la cárcel dispone de dos meses de plazo como máximo.
Su detención se ha producido unas dos horas después de que varias unidades policiales entraran en el centro. Una vez allí, han ido identificando y desalojando a todos los que acompañaban al cantante.
En el vídeo que acompaña a estas líneas aparecen varios agentes sacándolo del centro, mientras él grita "no nos van a parar nunca, venceremos, no nos van a doblegar con toda la represión jamás".
Esta detención ha llegado solo un día después de que el rapero catalán se encerrara en una de las sedes de la Universidad de Lleida junto a decenas de seguidores, ante su inminente entrada en prisión.
"Estoy encerrado junto a bastantes solidarios en la Universitat de Lleida. Tendrán que reventarla para detenerme y encarcelarme. Es en el Rectorat de Rambla d'Aragó, por si alguien de por aquí quiere echar una mano", escribía hace unas horas en redes sociales.
El rapero ha sido condenado a nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación y a casi 30.000 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y contra las instituciones del Estado.
Precisamente, este lunes Hasél se refirió en laSextaa su detención como un "secuestro". En una entrevista con Mamen Mendizábal confesó que preferiría que su arresto se produjera en un lugar público, y no en su propia casa, porque "va a ser más escandaloso y va a haber más gente grabando".
Se abre con algunos cambios
Notre Dame, la catedral renacida: los colores que los siglos habían borrado vuelven tras su reconstrucción
Lo más llamativo de esta nueva Notre Dame es su luminosidad y el regreso de un color que los siglos habían borrado. En el exterior, las gárgolas dañadas por las mangueras que querían detener las llamas ya han sido reparadas.