Los stradivarius son los instrumentos de cuerda más especiales del mundo. Antonio Stradivari fabricó 1000 y nadie ha sido capaz de igualar su sonido.

El Palacio Real tiene la suerte de contar con cinco en propiedad, cuatro de ellos son únicos, pero no siempre viven dentro de las vitrinas del palacio.

"Patrimonio Nacional organiza un ciclo de conciertos anualmente, unos ocho o diez conciertos", comenta José Luis Valverde Merino, jefe del Servicio de Conservación de Patrimonio Nacional.

Para algunos de nuestros músicos, como la violinistas Leticia Moreno o el violonchelista Pablo Ferrández sabe a muy poco: "A mí me parece imperdonable, desde luego, porque unas joyas maravillosas como son estas, si las tienes aparcadas en una vitrina se mueren.

Patrimonio Nacional entiende que si los stradivarius no se tocan, su sonido se pierde. Pero también creen que necesitan ser conservados para preservar su valor histórico.

José Luis Valverde Merino, Jefe Servicio Conservación de Patrimonio Nacional afirma: "Tanto derecho tienen los visitantes a poder acceder, visualizarlos, contemplarlos como los propios músicos para interpretar"

Los músicos que hay como Pablo y tienen la suerte de tener un stradivarius, defienden que hay que tocarlos siempre: "si confías en el alguien para que los tocase a menudo y que todos los pudiéramos disfrutar así, serían una pasada"

Los estradivarius del Palacio Real son del 1696, el violonchelo de Pablo también es de ese año. Han vivido sus tres siglos de forma diferente: unos han sonado poco, otros no han parado de hacerlo.